La calidad del aire comprimido adquiere cada día una mayor importancia en los procesos de producción. Un aire contaminado provoca daños y costes de fabricación no asumibles en muchos casos. No sólo es importante tener una buena calidad del aire comprimido en empresas de alimentación, donde éste puede tener contacto con el producto o con su envase por eso es esencial realizar un análisis de la calidad del aire comprimido.
También en sectores como la automoción, el corte por láser o las industrias del plástico, conseguir una buena calidad del aire comprimido es básico para un funcionamiento correcto de las máquinas y para obtener un acabado final óptimo en los procesos de producción.
Problemas en la calidad del aire comprimido
En el aire comprimido generado en una sala de compresores tenemos diversos contaminantes que se van sumando en el proceso de comprimir el aire. Inicialmente los contaminantes son la humedad ambiental en forma de vapor de agua, los vapores de hidrocarburos del aire ambiente, así como las partículas, polvo y microorganismos que hay en la atmósfera. Todos estos contaminantes son aspirados por el compresor.
A continuación, cuando el compresor comprime el aire se añaden nuevos contaminantes. En los compresores lubricados se incorpora aceite en las formas líquida, aerosol y vapor. Además, al refrigerarse el aire en el refrigerador posterior del compresor se producen condensaciones que añaden como contaminante agua líquida y aerosoles de agua.
Por último, y debido a la corrosión, en el depósito y en las tuberías también se añaden como contaminantes el óxido e incrustaciones.
En resumen, cuando comprimimos aire, a éste le acompañan los siguientes contaminantes: partículas, correspondientes a polvo y suciedad atmosférica, microorganismos, incrustaciones y óxido; Agua en forma líquida, aerosoles y vapor; Aceite en forma líquida, aerosoles y vapores.
Para evitar problemas en un sistema de aire comprimido es necesario eliminar todos estos contaminantes y obtener una calidad de aire adecuada al trabajo o aplicación donde se va a hacer uso del aire comprimido.
Si no lo tratamos se producirán averías en las herramientas neumáticas, mayor desgaste y averías de la maquinaria, corrosión en las tuberías, fallos en la instrumentación, defectos en pintura, …, por lo que se instalan sistemas de tratamiento del aire comprimido formados por distintos tipos de secadores y filtros en función de la calidad requerida.
Esta calidad se define en la norma ISO 8573-1:2010 para estos 3 conceptos: Partículas, Agua y Aceite.
Análisis de la Calidad del Aire Comprimido
Para comprobar y controlar la calidad del aire comprimido se realizan auditorías dónde se mide in situ la calidad del mismo conforme a la norma ISO 8573-1:2010. Es habitual que en las auditorías se realicen mediciones de la calidad en distintos puntos de la instalación, ya que en numerosas redes de aire comprimido la calidad no se mantiene constante en todo su trazado, debido a que las tuberías también pueden contaminar el aire comprimido, o en algunos casos puede existir una acumulación de condensados o aceite en zonas muy concretas de la instalación. Siempre es conveniente realizar un punto de medición en la salida del conjunto de tratamiento para comprobar su eficacia y adoptar medidas si fuera necesario.
Al final de la auditoría se genera un informe donde se indican todos los valores medidos, y en caso de que haya deficiencias las mejoras que se deben adoptar.
En Serviaire realizamos las auditorías con instrumentos de última generación que facilitan mediciones precisas para cada uno de los contaminantes incluidos en la norma ISO 8573-1:2010.
- Las partículas las medimos con un contador digital de partículas de alta precisión, llegando a medir hasta las partículas de 0,1 micras. La medición se realiza en 3 rangos de partículas contabilizando el número de partículas de 0,1 micras, 0,5 micras y 1 micra. Este medidor es válido para el seguimiento de la calidad del aire comprimido en partículas clase 1.
- El agua la medimos mediante una sonda de punto de rocío digital, obteniendo los siguientes valores del aire comprimido: temperatura, punto de rocío a presión y humedad relativa. El punto de rocío a presión medido puede tener un valor entre – 70ºC y + 30ºC. Este equipo es válido para medir la calidad del aire comprimido en agua clase 1.
- El aceite lo comprobamos con un medidor digital del contenido de vapor de aceite residual e hidrocarburos, midiendo la cantidad de aceite en un rango entre 0,01 y 5 mg por metro cúbico de aire comprimido. Este medidor es válido para el aseguramiento de la calidad del aire comprimido en aceite clase 1.
Si necesitas comprobar o certificar la calidad del aire comprimido que tienes en tu instalación no dudes en ponerte en contacto con Serviaire. Nuestros ingenieros estarán encantados en ayudarte a solucionar cualquier duda o problema que tengas.