Los compresores de aire son máquinas fundamentales para el funcionamiento de una gran cantidad de fábricas y de muchos talleres. De hecho, la fuente de energía que mueve sus máquinas y sus herramientas es el aire comprimido y de ahí la necesidad de tener un compresor de reserva.
¿Qué pasaría si su compresor principal falla? Somos conscientes de que la respuesta es siempre la misma: no se podría trabajar.
¿Qué es un compresor de aire de reserva?
El compresor de aire, como máquina que es, puede fallar en cualquier momento, con independencia de que su mantenimiento se lleve al día.
En esas situaciones el trabajo se ve comprometido, incluso aunque el servicio técnico acuda con rapidez a solucionar el problema. De hecho, habrá ocasiones en las que ni siquiera los técnicos puedan llevar a cabo la reparación en poco tiempo.
Por este motivo, un compresor de reserva es un equipo que se encuentra siempre preparado para entrar en funcionamiento en determinadas ocasiones cuando se necesite, con el fin de que la producción o el trabajo no se detengan. El compresor de reserva puede ser de características similares al compresor principal o también un poco más pequeño si solo se va a destinar a emergencias.
¿Por qué necesito un compresor de aire de reserva?
Hay varias razones por las que se necesita un compresor de reserva. Nunca debemos confiarlo todo a un compresor, por bueno que sea, siendo conveniente tener siempre una alternativa.
Con un compresor de reserva, si hay un problema, el tiempo de inactividad se minimiza.
Dentro de la industria, el tiempo es oro y, por eso, el compresor de reserva ayuda a que no se pierda. Un periodo de inactividad también significa una pérdida de dinero, especialmente en sectores como el alimentario, en donde una parada lleva a tirar el producto si es perecedero. En cualquier sector industrial, tan solo una hora de parada de la producción significa la pérdida de una importante cantidad económica para la empresa.
El compresor de reserva evita esto, ya que está listo para funcionar en caso de avería del equipo principal. De esta manera, no hay que esperar a que arreglen el que se ha roto a la hora de continuar desarrollando la actividad diaria.
Además, contando con un compresor de reserva, es más sencillo mantener el compresor de aire principal.
Aunque los fabricantes mejoran cada día más la calidad para alargar los intervalos de mantenimiento, lo cierto es que los compresores necesitan intervenciones periódicas para no estropearse.
Estas tareas siempre se suelen hacer en épocas de menor actividad o en las horas en las que no se trabaja. Sin embargo, hay lugares donde esto no es posible, pues funcionan 24 horas todos los días del año. En estos casos, el mantenimiento supondría una pérdida económica al tener que parar la producción, por lo que en esta clase de industrias siempre hay compresores de reserva.
Aumenta la producción
Es cierto que un compresor de reserva, en especial si hablamos de uno de gran tamaño, supone una inversión inicial. Es posible pensar que, si el compresor que se usa a diario es nuevo, este no va a fallar, pero puede ocurrir.
Si eso sucede, la inversión que hicimos en el de reserva nos permitirá que la producción no se detenga ese día, de manera que lo que hayamos pagado nos parecerá poco.
Nos permite responder a los picos de demanda
Un compresor de reserva no se utiliza solo cuando hay mantenimiento o se produce la avería de uno de los principales. De hecho, llega a ser una ayuda cuando hay que aumentar la producción y se necesita más potencia.
Beneficios de usar un compresor de aire de reserva
Entre los beneficios de usar un compresor de aire de reserva podemos nombrar la tranquilidad o la ausencia de sorpresas.
Las máquinas se rompen y en los sectores industriales no se puede depender del azar a la hora de cumplir con la producción del día. Lo mismo ocurre en los talleres, como por ejemplo los de neumáticos, en los que se desarrolla toda la actividad gracias al compresor.
El compresor de reserva es una medida de seguridad, gracias a la cual, siempre podemos estar tranquilos. Cuando la máquina principal falla, no cundirá el pánico, pues sabemos que hay otra igual esperando y que solo hay que esperar a que arranque para seguir como si nada.
Mantenimiento
Como es lógico, los compresores de reserva tienen el mismo mantenimiento que los que se utilizan en el día a día. Este depende del número de horas que trabajen, aunque en el caso de los de reserva hay que ser muy cuidadosos. De hecho, se deben realizar los mantenimientos aunque no entren en uso, ya que lo último que deseamos es que cuando lo necesitemos no funcione.
Cambio de aceite y filtros
Hay que consultar en el manual del fabricante los intervalos en los que se deben efectuar estos cambios. En un compresor de reserva también hay que llevarlos a cabo, aunque no trabajen. Es ineludible que hay que acordarse del aceite, pues este pierde sus propiedades con el paso del tiempo.
Inspecciones visuales regulares
Otro de los mantenimientos, muy sencillo, tiene que ver con las inspecciones visuales. En ellas, podemos comprobar si hay fugas de aceite, daños en las tuberías o latiguillos (se pueden agrietar con el paso del tiempo), que las válvulas estén bien, etc.
Hay que ponerlo en funcionamiento de vez en cuando.
En estos equipos destinados a suplir a los principales, una de las partes más importantes de su mantenimiento es ponerlos a trabajar de manera regular, como mínimo, una vez cada dos o tres semanas.
Al ponerlos en marcha vamos a ver si funcionan correctamente, comprobando que el lubricante alcance su temperatura de funcionamiento, que se efectúan los cambios de carga/vacío, etc. Esto es bueno para el compresor y además nos permite verificar que no existe ningún problema.
El compresor de reserva es imprescindible en todas las industrias que funcionan con aire comprimido. Desde SERVIAIRE te podemos ayudar a escoger el más adecuado a través de este enlace de contacto, en el que te atenderemos encantados.