Las enfriadoras de agua industriales son imprescindibles en numerosos procesos de fabricación, pues sin ellas no sería posible la producción de alimentos, de algunas bebidas o incluso llevar energía a nuestras viviendas. Su funcionamiento es bastante simple, lo que las hace muy apreciadas, ya que su mantenimiento es sencillo y poco costoso.
¿Qué son las enfriadoras de agua industrial?
En muchas plantas de producción se utiliza el agua como refrigerante industrial, lo que produce su calentamiento y que alcance temperaturas elevadas. Esto obliga a que esta agua se refrigere para que sea posible reutilizarla. Si no, la temperatura podría estropear las máquinas o conseguir lo propio con los productos.
Su principio de funcionamiento es similar al de los aires acondicionados, pero enfrían agua en lugar del aire. Como ejemplo, a las enfriadoras de agua podemos encontrarlas en la industria alimentaria, donde enfrían productos controlando la temperatura en la elaboración y en el almacenamiento, lo que garantiza la calidad y la seguridad alimentaria.
Además, entre otros sectores, son muy importantes y están presentes en el sector químico y en el farmacéutico. Aquí, controlan las temperaturas de las reacciones químicas o hacen posible almacenar artículos muy sensibles al calor.
El sector de la manufactura es otro de los que se aprovecha de las enfriadoras de agua, ya que con ellas se enfrían las máquinas y las herramientas.
¿Cómo es el funcionamiento de las enfriadoras de agua industrial?
Todas las máquinas enfriadoras de agua se basan en un proceso en el que hay un intercambio de calor. El agua caliente que entra en la enfriadora, que previamente ya ha hecho su labor, recorre un conjunto de intercambiadores y tuberías internas de la enfriadora. Aquí, el agua se encontrará en un intercambiador con el gas refrigerante. Dependiendo del tipo de máquina, temperaturas, etc., se utiliza agua fría o aire para reducir la temperatura en la enfriadora.
De esta manera, en un intercambiador el calor que acumulaba el agua pasa al refrigerante, reduciendo esta su temperatura. Una vez que el agua se ha enfriado, se envía de nuevo al proceso donde se esté utilizando para que enfríe en un ciclo cerrado, que no para de repetirse una y otra vez. Esto consigue que el impacto medioambiental de las fábricas sea más bajo, al reducir el consumo de agua. Esta no se vierte por el desagüe cuando se calienta, sino que se emplea una y otra vez sin desperdiciar ni una gota.
Existen varios tipos de enfriadoras
No hay solo un tipo de enfriadoras, pues las necesidades de la industria son muy diversas en este aspecto. Así, para cada sector y aplicación se escoge la enfriadora que mejor se adapta y con la que se obtendrán los mejores resultados. Los dos tipos de enfriadoras de agua principales son las de aire-agua y las de agua-agua.
Las enfriadoras aire-agua utilizan el aire ambiente como fuente directa para la refrigeración, lo que las convierte en más sencillas de funcionamiento e instalación, así como más económicas de mantener.
Las enfriadoras agua-agua usan agua como fuente para disminuir el calor del refrigerante. Esta agua que refrigera el condensador de la enfriadora circula en un circuito independiente alimentado desde una torre de refrigeración exterior, o bien, desde un refrigerador por líquido o por evaporación. Estas enfriadoras se instalan para procesos con consumos elevados.
Etapas del funcionamiento del ciclo de refrigeración de una enfriadora de agua
Aunque hay enfriadoras de muchas clases, todos los sistemas funcionan mediante cuatro etapas que se repiten de manera constante en un proceso continuo. El ciclo de refrigeración está compuesto por cuatro etapas:
Primera etapa
Se la conoce con el nombre de etapa de circulación y es donde comienza todo. Para que el sistema funcione de forma correcta se necesita una bomba de circulación, la cual hay que elegir con sumo cuidado.
Esta bomba debe garantizar el flujo de agua correcto o, dicho de otro modo, tiene que ser capaz de movilizar suficiente agua caliente desde el lugar donde se genera hasta el enfriador.
Segunda etapa
En esta etapa el compresor comprime el refrigerante caliente, aumentando su presión y temperatura. También es donde el agua se enfría mediante el intercambio de calor. En el intercambiador, el agua toma contacto con el refrigerante, reduciendo su temperatura hasta el valor que se necesite en el proceso.
Dependiendo del tipo de enfriadora industrial, el intercambio tiene lugar de una forma diferente, pero al final todo se reduce a que haya una reducción de la temperatura del agua de proceso.
Tercera etapa
Esta es la etapa de control donde se asegura que el agua mantiene la temperatura requerida mediante un sistema de control electrónico, que mide si el agua de salida está ya a la temperatura requerida. Con los datos de la temperatura, el sistema de control da órdenes a los distintos componentes de la enfriadora para preservar así la temperatura ideal.
Cuarta etapa
A esta también se la conoce como la de devolución. El agua ya está fría, de manera que la bomba la lleva de nuevo a ese proceso industrial en donde hace falta y que va a enfriar.
Las enfriadoras de agua industriales son máquinas muy sencillas, pero imprescindibles en muchas fábricas. Gracias a ellas es posible enfriar alimentos, bebidas, moldes de plástico o incluso las propias máquinas de producción. Si necesitas más información, puedes ponerte en contacto con nosotros y resolveremos todas las dudas que tengas al respecto.