Para saber qué es la refrigeración industrial solo hay que imaginarse una fábrica cualquiera, donde haya numerosas máquinas funcionando, generando calor, sobre todo en la parte de sus motores.
Este aporte de temperatura se tiene que reducir de alguna manera, ya que muchos procesos no se pueden llevar a cabo a altas temperaturas y las máquinas incluso pueden dejar de funcionar, así como los trabajadores no estarán cómodos en ambientes demasiado calurosos.
¿Cómo se clasifica la refrigeración industrial?
Hay varios tipos de clasificaciones que tienen que ver con el refrigerante y con los intercambiadores de calor.
Sistemas abiertos o cerrados
En un sistema abierto el fluido y el refrigerante están en contacto con el medio, mientras que en un sistema cerrado ambos transcurren por tubos.
Suele ser más común el segundo, ya que los refrigerantes pueden contener contaminantes, o al menos no conviene que tengan contacto con las personas o alimentos si se trata de una industria de este tipo.
Sistemas directos o indirectos
Cuando hablamos de un sistema directo solo hay un intercambiador de calor, así que el refrigerante enfría el fluido en un único proceso.
Dentro de los indirectos hay al menos dos intercambiadores de calor, por lo que el sistema se vuelve más complejo (contacta con nosotros si necesitas que te aclaremos cómo implementarlo en tu fábrica), ya que hay que establecer circuitos que unan los intercambiadores.
¿Qué tipos de refrigeración industrial existen?
Tenemos varios tipos de refrigeración y en cada industria se define el que mejor se adapta a sus necesidades, al producto que fabrican o a lo que pueden gastar, con el fin de que sea rentable.
Climatizadores evaporativos
Es una de las formas más económicas de reducir la temperatura, en especial en aquellos entornos donde no hay mucha humedad.
Imita a la naturaleza, ya que el enfriamiento se produce haciendo pasar el aire por unas almohadillas que están empapadas en agua, absorbiendo esta parte del calor al evaporarse.
Sistema de refrigeración industrial por aire
Un método tradicional y muy efectivo, en especial a la hora de bajar la temperatura de los dispositivos electrónicos, y que consiste en aumentar la superficie que entra en contacto con el aire.
Es un medio pasivo y lo podemos ver a pequeña escala en algunos de nuestros ordenadores, los cuales tienen un disipador de gran tamaño puesto encima del procesador, aumentando la superficie y consiguiendo así que entre en contacto con el aire para que lo enfríe.
Sistema de refrigeración activa por aire
Este sistema es similar al anterior, pero aquí se utilizan turbinas o ventiladores para forzar la entrada del aire. Aquí, al disipador se le añaden uno o varios ventiladores.
Sigue siendo muy económico, pues un ventilador no necesita de un mantenimiento muy costoso, aunque hay que mantener los elementos que hacen que pase más aire.
Sistema de refrigeración termoeléctrica
Más complejo que los anteriores es el que se conoce como sistema Peltier, nombre que proviene de su creador.
Se tienen noticias de él desde el siglo XIX y consiste en que al unir dos metales, y aplicando electricidad, se genera una diferencia de temperatura, de manera que el calor de un metal se transfiere al otro, enfriándose el más caliente.
No es la forma más común de frío industrial, pero se usa mucho en aquellas empresas que usan chips en sus procesos de fabricación, puesto que es muy efectiva y no resulta cara.
Sistema de refrigeración industrial líquida
Otro método que ya es tradicional es el de la refrigeración líquida, en el que se aprovecha que el agua tiene una gran conductividad térmica, haciendo pasar este líquido por varios intercambiadores.
Por ejemplo, lo podemos ver en las grandes torres de refrigeración de las industrias, estas son eficaces, pero a su vez peligrosas debido a la legionela, una bacteria que puede proliferar en esos lugares si no se llevan a cabo las revisiones de mantenimiento preventivo adecuadas.
De todas maneras, y debido a los casos que hemos ido teniendo en España, solo hay que seguir las normas que dicta la ley para que no aparezca esta bacteria.
Las cámaras de refrigeración son también un ejemplo concreto de este sistema.
Para entender mejor qué es la refrigeración industrial, podemos ver un ejemplo menos abstracto y más sencillo.
Este es el de una cámara de refrigeración, es similar a una nevera de gran tamaño que se usa en la industria de la alimentación, en la hostelería o en el sector de farmacia.
¿Cómo funciona?
Lo hace de una manera similar a la de las neveras domésticas, empleando en numerosas ocasiones el amoniaco como refrigerante, el cual en su recorrido pasa por el compresor, el condensador, la válvula de expansión y el evaporador.
El circuito es el mismo que el de un aire acondicionado, como el que hay en las viviendas, y el refrigerante circula en él de forma continua hasta alcanzar la temperatura de consigna.
Una vez que la temperatura vuelva a subir, el proceso se inicia otra vez. Aunque esto no ocurre muchas veces ya que este tipo de cámaras están muy bien aisladas, así que ahorran bastante energía, pues es complicado que aumente la temperatura si no se abren las puertas.
Podemos hacernos una idea sobre qué es la refrigeración industrial bastante aproximada, ya que sus métodos los emplean nuestros ordenadores, aires acondicionados o esos ventiladores a los que ponemos agua con hielo, siempre a menor escala, aunque los principios son siempre los mismos.