Se estima que un 20% del consumo energético en el sector industrial está generado por sistemas de aire comprimido. Un compresor de aire produce energía calorífica en su funcionamiento, que se pierde por radiación (como media, un 96% de la energía eléctrica es convertida en calor). Pero, ¿qué ocurriría si fuéramos capaces de aprovechar todo ese calor perdido? La respuesta a esta pregunta es sencilla: incrementaríamos la eficiencia energética de nuestra instalación industrial, y todo ello es posible gracias a los recuperadores de calor en aire comprimido.
¿Qué son los recuperadores de calor en aire comprimido?
Los recuperadores de calor en aire comprimido están formados por un intercambiador que sirve para poder aprovechar el calor generado por los diferentes tipos de compresores de aire, de forma que, son capaces de reutilizar hasta el 96% de la energía transformada para que pueda ser usada en otros ámbitos, como por ejemplo en climatización o en agua caliente sanitaria. Tan sólo no es reutilizable un 2% que corresponde a la energía térmica que queda en el aire comprimido, y un 2% de emisión de calor que se realiza a la atmósfera.
Al contrario de lo que pudiéramos pensar, estos equipos no presentan un coste elevado y en la mayoría de los casos pueden amortizarse en tan solo un año gracias a la reutilización de la energía que son capaces de transformar. Un recuperador aprovecha el calor generado por el compresor para calentar agua a 70 °C y poder destinarla a otros usos. Ahorran energía y, por consiguiente, ahorran dinero y proporcionan beneficios económicos.
¿Cómo se puede aprovechar la energía reutilizada?
La mayoría de las instalaciones industriales se están adaptando para mejorar sus rendimientos y simplificar sus operativas. En las instalaciones, son los ingenieros de planta los encargados de dar respuesta a estos desafíos, y uno de los primeros pasos es una optimización en la eficiencia energética de las distintas operaciones, lo que revierte en una mayor productividad de la energía pagada y consumida.
Utilizar agua caliente a 70 °C como alimentación de calderas o en otros tipos de procesos industriales, implica un menor gasto en las fuentes energéticas clásicas como el gasóleo o el gas natural, además de que reduce considerablemente las emisiones de carbono, aumentando la sostenibilidad y protección del medioambiente.
Ese agua caliente que generan los recuperadores de calor en aire comprimido puede ser aprovechada para:
- Sistemas de calefacción.
- Calentamiento del agua para calderas.
- Calentamiento del agua caliente sanitaria, en baños o duchas.
- Limpieza industrial.
- Calentamiento de bebidas y alimentos.
- Calentamiento de agua para diversos procesos industriales como:
- Vapor y agua caliente en procesos del sector de automoción, como desengrasado, hornos, pinturas, etc.
- Vapor y agua caliente en el sector alimentario, como limpieza, escaldado, pasteurización, esterilización, etc.
- En la industria papelera, vapor para el blanqueo.
- En la industria farmacéutica, para aquellos procesos donde es necesario un control de la temperatura.
- Fabricación de tintes con agua caliente en la industria textil.
¿Cómo funciona un recuperador de calor en aire comprimido?
El objetivo de cualquier recuperador es aprovechar el calor expulsado para el calentamiento de agua u otro tipo de fluidos. En principio, los fabricantes de los compresores de aire recomiendan el tipo de recuperador a instalar dependiendo del modelo y potencia del compresor. Como los compresores de tornillo son uno de los tipos más utilizados, vamos a centrarnos en el funcionamiento de estos recuperadores, ya que son los más habituales.
Un compresor de tornillo con inyección de aceite está equipado con dos intercambiadores de calor, cuya función principal es la de enfriar la energía térmica que se produce, enfriando en uno de ellos el refrigerante y en el segundo el aire ya comprimido.
El recuperador de calor que se encarga de enfriar el aire comprimido caliente debe ser capaz de enfriar alrededor del 10 % de la energía consumida. Mientras que el intercambiador de calor utilizado para el refrigerante que emplea el compresor de tornillo deberá ser capaz de enfriar el 80 % de la energía térmica restante. El refrigerante más habitual es el aceite, que puede ser mineral, semisintético, sintético, o para uso alimentario.
Recuperación calorífica hidrónica
Esta opción es muy funcional si existe la posibilidad de poder precalentar el agua de retorno en un sistema de calefacción o si existe la posibilidad de calentar el agua del proceso.
Un recuperador de calor agua/refrigerante está conectado en serie al compresor refrigerado por aire y al intercambiador de aire normal/calor refrigerante. La refrigeración se realiza en el refrigerante/agua del recuperador de calor, donde el agua puede alcanzar temperaturas de hasta 70 °C o, en caso de necesidad, incluso hasta 90 ºC.
Es posible recuperar hasta un 76% de la potencia suministrada a los compresores a través de los sistemas de calefacción y agua caliente, con lo que se reduce notablemente el consumo de energía primaria.
Recuperación del calor por aire
Durante el invierno, el aire caliente expulsado por el compresor es enviado a través de un conducto desde la sala de compresores a una estancia contigua, o a una cámara donde se precise del mismo. Si se utiliza para calefacción, los conductos de salida del aire caliente se instalan con un by-pass para poder expulsar en verano el aire caliente al exterior.
Es un método económico y muy sencillo que permite una amortización rápida del sistema en la mayoría de las instalaciones.
En líneas generales, adaptar un compresor a los recuperadores de calor en aire comprimido no debe plantear ningún problema y puede proporcionar un importante ahorro energético en una instalación industrial. Contacta con SERVIAIRE, y como especialistas en soluciones globales para la industria, podremos asesorarte para la elección del mejor sistema de ahorro energético para tu negocio.