Antes de hablar de los distintos tipos de compresores de aire, vamos a intentar explicar, brevemente, qué es esta herramienta. Un compresor de aire es un instrumento polivalente que puede facilitar la realización de diferentes tareas, tanto en el ámbito doméstico como en el industrial. Al comprimir el aire estamos almacenando una fuente de energía económica y muy versátil que podremos utilizar cuando sea precisa. Es una fuente alternativa a las baterías, que tienen una vida muy limitada, porque terminan desgastándose con el uso, y que son costosas y caras de mantener.
El aire comprimido, por el contrario, es barato de producir y lo podemos utilizar para diferentes fines. Es útil tanto para realizar bricolaje en el hogar como para tareas más pesadas en talleres y fábricas que necesitan de un gran esfuerzo. El compresor de aire mueve otras herramientas mediante la fuerza del aire comprimido. Con ella podemos hinchar, atornillar, apretar, perforar, taladrar, limpiar a presión y un largo etcétera de acciones.
Los compresores de aire están presentes en la industria pesada (automoción, navieras, metalúrgica) pero también en los pequeños negocios como los talleres mecánicos.
¿Cómo funciona un compresor de aire?
El compresor de aire está compuesto por tres elementos fundamentales:
Compresor
Es un cilindro con pistón que funciona gracias a un motor eléctrico que extrae el aire de su entorno.
Tanque de depósito o serpentín
El aire extraído se deposita en un tanque de depósito una vez comprimido, donde está disponible para su posterior uso.
Equipo de control
Está dotado de un presostato. Con este elemento se regula la presión con la que saldrá el aire por un tubo flexible.
Al final de este tubo flexible, irá la herramienta que utilizará el aire comprimido para desarrollar su cometido: pistola para pintar, atornilladora, inflador, etc. Este aire comprimido tiene diferentes aplicaciones. Por ejemplo, en los talleres mecánicos, puede utilizarse para hinchar las ruedas de los coches, limpieza a presión de motores, atornillar y desatornillar, etc.
Tipos de compresores de aire
Existen diferentes tipos de compresores de aire. Según la necesidad que tengamos que cubrir, usaremos un tipo de compresor u otro. A continuación, los detallamos.
Compresor de pistón
Los compresores de pistón disponen de un sistema de válvulas, formado por discos de acero. El pistón se desplaza hacia abajo y el disco de mayor tamaño se dobla. Entonces el aire penetra en el cilindro. Al ascender el pistón, el disco se dobla hacia arriba e impide que entre más aire. El disco más pequeño, que también es flexible, se desplaza hacia abajo permitiendo que pase el aire comprimido.
Compresor de paletas
El compresor lleva un rotor con varias paletas. El rotor está colocado dentro de una carcasa. Durante el giro de las paletas, se van formando cámaras de aire entre el rotor y la carcasa. El volumen se va reduciendo y el aire se comprime.
Compresor de tornillo
Cuenta con dos rotores en forma de tornillo, uno macho y otro hembra. Cuando el compresor se acciona, el aire ocupa el espacio entre los dos rotores. Este espacio disminuye cuando los rotores giran en sentido opuesto. Ese espacio se va reduciendo con el giro y, finalmente, sale aire comprimido.
Compresor de lóbulos
Este compresor de aire usa unos rotores de lóbulos rotativos. Los lóbulos giran en el interior de una carcasa. Los rotores, que giran de forma sincronizada y en sentido contrario, forman unas cámaras entre ellos, en las que entra el aire. Los lóbulos desplazan el aire y consiguen aumentar la presión comprimiendo el aire.
Compresores tipo scroll
Disponen de una espiral fija y otra espiral móvil. Cuando se pone en marcha, el aire se va comprimiendo a medida que va entrando en la espiral.
Compresores radiales
El aire entra directamente en el rotor a través de la campana de aspiración. El rotor gira a gran velocidad y el aire se impulsa sobre sobre un difusor.
Compresores centrífugos axiales
En estos compresores, el aire circula sobre el eje. Los compresores axiales están formados por varios discos rotores. Entre cada disco rotor, se instala otro tipo de disco, llamado estator, donde el aire, impulsado por el rotor, aumenta su presión antes de entrar en el siguiente disco.
Todos estos tipos de compresores de aire industriales cumplen funciones muy importantes en las empresas. Son herramientas muy polivalentes que ahorran una gran cantidad de esfuerzo y muchas horas de trabajo, además de que traen consigo un importante ahorro energético. Las tareas más duras y peligrosas, aquellas que requieren un mayor esfuerzo físico, podemos hacerlas gracias a los compresores de aire.
La instalación de compresores de aire se debe hacer por empresas y profesionales especializados. Se trata de montajes que necesitan de una gran precisión y conocimientos técnicos para que todo funcione correctamente y de forma segura.
Mantenimiento del compresor de aire
El compresor de aire es una herramienta compleja, sometida a desgaste y que tiene que estar en un perfecto estado para que desempeñe correctamente su cometido. Es necesario contratar un buen servicio técnico.
Este servicio debe contar con el personal cualificado que conozca las diferentes tecnologías de compresores de aire. Los técnicos deben hacer las inspecciones periódicas, reparación de las averías, mantenimientos preventivos, etc.
La tecnología del compresor de aire está presente en la industria desde hace años. Aunque pueda parecer que es una tecnología que ha evolucionado poco, no es así, está en constante evolución puesto que los fabricantes invierten en investigación y desarrollo, para fabricar equipos cada vez más eficientes que se adapten a las nuevas exigencias y necesidades de la industria.
Un buen equipo de aire comprimido es fundamental para determinados procesos industriales que se harían muy pesados y peligrosos si no se contara con él. Si necesita comprar un equipo de aire comprimido debe recurrir a empresas especializadas, para que puedan asesorarle y hacer un estudio técnico de sus necesidades. De esta forma adquirirá el sistema que mejor responda a sus necesidades.
