Escoger las tuberías de aire comprimido adecuadas es fundamental para optimizar una instalación, pues por ellas pasa el flujo de aire que consigue que las herramientas y los procesos neumáticos funcionen de una manera correcta, sin pérdidas de presión. Las hay de diversos materiales, por lo que hay que estudiarlas y ver cuál es la que más nos conviene dependiendo del entorno, el uso que se le dé al aire comprimido, las máquinas que tiene que alimentar, etc.
Tipo de tubería
Hay diversos tipos de tuberías en la industria del aire comprimido, por lo que elegir la más adecuada no será complicado una vez que conozcamos cuáles son sus características.
Acero negro
Este tipo de tubería ha sido el más utilizado en el pasado, por lo que es un material que los técnicos conocen bien y que posee una vida útil prolongada. Como desventajas tiene que es susceptible a la corrosión y tiene un factor de fricción alto, lo que aumenta las caídas de presión. Por estos motivos, a día de hoy, es más habitual que las instalaciones se realicen en aluminio o en acero inoxidable.
Acero inoxidable
No suele ser la primera opción, pero dada su resistencia a la corrosión interna y externa es la escogida por industrias como la alimentaria, farmacéutica, los hospitales o los centros de investigación, pues se aseguran de que el aire no arrastrará elementos extraños ni se producirá con el tiempo un deterioro por corrosión.
Aluminio
Este material es el más utilizado actualmente en instalaciones de aire comprimido. Al igual que el acero inoxidable tampoco se corroe. Además, cuenta con la ventaja de que pesa menos y se instala de una forma más fácil, ya que no es necesario realizar soldaduras de unión.
Cobre
Tiene propiedades similares al aluminio, pero con algunas desventajas con respecto a este. Uno de sus problemas es su enorme coeficiente de dilatación, además de que su instalación es mucho más costosa.
A pesar de ello, por sus propiedades, estas tuberías se ven mucho en aplicaciones médicas, ya que los microorganismos apenas crecen en el cobre y también se pueden instalar diámetros más reducidos que en otro tipo de tuberías.
Plástico
Es muy barato y resiste a la corrosión, sin embargo, hay que tener cuidado con el material plástico que se usa, porque el PVC es muy peligroso al poder hincharse y explotar si el aire se encuentra a presiones elevadas.
Cómo elegir la tubería ideal de aire comprimido
Elegir la tubería ideal no solo depende de sus propiedades, sino que hay otros factores que siempre se deben tener en cuenta.
Flujo de aire
Cada compresor tiene una presión y un flujo de producción de aire comprimido diferentes, de manera que puede haber tipos de tubería que no sean adecuadas. Por ejemplo, si hablamos de altas presiones, quizá es imprescindible dejar a un lado las de plástico y optar por otras más resistentes. En aluminio ya se encuentran tuberías que soportan presiones de trabajo de hasta 70 bar.
¿Qué distancia hay entre el compresor y los equipos?
Se trata de uno de los factores más importantes, ya que una vez que el compresor se pone en marcha y existe una demanda de aire en los puntos de consumo, el aire debe llegar con la presión de trabajo adecuada, sin pérdidas de presión en su recorrido.
De este modo, si la distancia es grande, las tuberías deben ser calculadas con un diámetro suficiente, aparte de que no convienen las tuberías que tengan factores de fricción altos, como ocurre con el acero negro. Siempre será mejor utilizar tuberías con menor fricción, como son las del tipo de aluminio, acero inoxidable o cobre.
El diámetro de la tubería es un factor que influye en la caída de presión de una instalación, ya que con un diámetro menor aumenta la velocidad del aire comprimido, produciéndose mayores caídas de presión. Con un diámetro menor, en numerosas ocasiones, hay que fijar una mayor presión de trabajo en los compresores para suplementar las caídas de presión de las redes de aire comprimido. Lo que implica un mayor gasto eléctrico, evitable si se dimensiona correctamente la instalación desde un principio. Por tanto, si hablamos de los aspectos técnico y económico, la tubería que tiene un mayor diámetro será siempre mejor. Siempre será una inversión a largo plazo.
¿Hay aceite en el aire?
En la mayoría de instalaciones de aire comprimido, el mismo transporta aceite, en mayor o menor medida dependiendo del sistema de tratamiento de la instalación y del tipo de compresores. Por este motivo, las tuberías de plástico no son las mejores, puesto que acaban deteriorándose. Por lo que siempre es mejor utilizar tuberías de aluminio o acero inoxidable.
Qué tipo de tubería se recomienda
A la hora de recomendar una tubería, hay que tener en cuenta tanto el aspecto técnico como el económico. Es cierto que siempre hay un tipo de tubería que técnicamente será mejor, aunque generalmente es posible utilizar otra más económica perfectamente válida.
De todas formas, si tienes dudas a la hora de escoger, puedes ponerte en contacto con nosotros y te podremos ayudar a elegir la mejor tubería para tu caso en concreto.
El aluminio suele ser una elección segura
En estos momentos, cuando se diseña un sistema de distribución de aire comprimido, el aluminio es una de las opciones preferidas por su resistencia, su bajo peso y porque soporta muy bien la corrosión.
Es cierto que el coste del aluminio es algo mayor que el de otros materiales, pero por su ligereza y facilidad de montaje los costes de mano de obra son menores, con lo que al final, el coste de instalación es similar, o incluso inferior, al de otras tuberías más económicas y con peores propiedades.
Otra tubería que se emplea mucho es la de acero inoxidable, es el tipo de tubería que predomina en las instalaciones de las industrias alimentaria, farmacéutica, hospitales y laboratorios, donde se exige la máxima calidad de aire comprimido. Además, ahora existen para pequeños diámetros sistemas de unión que no precisan de soldadura, por lo que su instalación se ha simplificado.
En un sistema de aire comprimido, las tuberías son una parte fundamental del mismo. Las tuberías nunca se deben olvidar cuando se realiza el diseño de una instalación de aire comprimido. Una red de aire comprimido bien diseñada, dimensionada e instalada, proporciona ahorros económicos en su uso desde el primer día. Como principio general, siempre hay que realizar los cálculos para evitar las caídas de presión en una instalación de aire comprimido.