Contaminantes del aire comprimido

Los contaminantes del aire comprimido son algo normal, puesto que el aire ambiente que nosotros respiramos no es puro, al igual que el aire que aspiran los compresores, que tampoco lo es.

Hay que tener cuidado con esto, ya que es posible que los contaminantes terminen entrando en contacto con el producto final, lo que supondría que habría que desecharlo, elevando considerablemente los costes de producción.

¿Cuáles son los principales tipos de contaminación del aire comprimido?

Existen varias clases de contaminación, y de ahí la importancia de monitorizar las instalaciones de aire comprimido con el fin de detectarlas y poder actuar en consecuencia.

Agua

El aire contiene humedad y esta entra en los sistemas de tuberías del aire comprimido en forma de vapor de agua. De hecho, este vapor es el contaminante más habitual en estos sistemas.

Todos los especialistas lo medimos hablando del punto de rocío. El punto de rocío determina una temperatura, a la cual el aire llega al punto de saturación, esto es, el aire se convierte en aire saturado. No se producirán condensaciones si la temperatura del aire comprimido se mantiene por encima del punto de rocío. Si bien, un enfriamiento del aire por debajo de la temperatura de punto de rocío, provocará que el vapor contenido en el aire comience a condensarse en forma de agua líquida.

Esta humedad supone un inconveniente que termina provocando averías en los equipos neumáticos. Además, ayuda a que proliferen las bacterias, lo que en algunas aplicaciones no es un problema, pero en otras —como las que tienen que ver con la alimentación o la farmacia— sí lo es.

Contaminantes del aire comprimido

Aceite

A la hora de funcionar de manera correcta, los compresores necesitan lubricante, aunque eso genera un problema de contaminación por aceite.

Ya hay algunos compresores que trabajan sin aceite, pero la mayoría lo siguen necesitando, por lo que el lubricante acaba en el aire comprimido. Además, en el aire ambiente también se encuentran hidrocarburos en forma de vapor, los cuales son comprimidos por los compresores y deberán eliminarse.

Partículas

Siempre existen partículas en suspensión en el aire, más cuando hablamos de entornos industriales. Aquí se calcula que el aire posee más de 140 millones de partículas en suspensión por metro cúbico.

Después de aspirar el aire el compresor, este se comprime y lo mismo pasa con los contaminantes, que se concentran. Es cierto que en la aspiración del compresor hay filtros de aire, pero hay numerosas partículas de polvo tan pequeñas que traspasan los filtros como si nada. Por eso, se deben eliminar en un tratamiento posterior.

Problemas en la calidad del aire comprimido

Cuando hablamos de los contaminantes del aire comprimido lo hacemos de forma separada, pero el problema es que no suelen aparecer de manera aislada. De hecho, lo normal es que varios contaminantes sean aspirados por el compresor a la vez.

Además, cuando se comprime el aire se añaden otros contaminantes nuevos, como ocurre con el aceite de los compresores lubricados, sin olvidar que también se producen condensaciones cuando se refrigera el aire comprimido.

Si tienes estos problemas con tus compresores, puedes ponerte en contacto con nosotros con el fin de ver cómo se solucionan. Por lo general, hay que actuar tratando el aire a través de secadores y filtros, pero se deben diseñar y dimensionar siempre soluciones personalizadas para cada aplicación

Estas soluciones se eligen en función de la calidad de aire requerida y siempre teniendo en cuenta la norma ISO 8573-1:2010 que se refiere a la contaminación por partículas, agua y aceite, en el aire comprimido.

6 contaminantes que afectan su sistema de aire comprimido

La cantidad de contaminantes que afectan a un sistema de aire comprimido son numerosos. Hay algunos que podemos encontrar en cualquier compresor y otros más extraños que también llegan a formar parte del aire comprimido.

Microorganismos

Son uno de los contaminantes sólidos que entran en el sistema de aire comprimido por la aspiración del compresor. Provienen del exterior, pero como dentro del compresor hay aire caliente y húmedo, los virus y las bacterias proliferan en un medio que es ideal para ellos.

Se sabe que en cada metro cúbico de aire puede llegar a haber 100 millones de microorganismos.

Óxido y sarro

Se encuentra en la tubería de los sistemas húmedos y en los receptores de aire, siempre que no exista un equipo de purificación que acabe con el exceso de humedad.

Pasado un tiempo, esta contaminación se desprende dañando a las máquinas de producción e incluso a los productos.

Suciedad atmosférica

Podemos ver suciedad en cualquier ambiente y el industrial no es una excepción. Es muy complicada de eliminar, ya que las partículas suelen ser muy pequeñas, tanto que traspasan los filtros de aspiración de los compresores, llegando a bloquear el sistema.

Vapor de aceite

Este aceite no proviene del compresor, sino de los hidrocarburos no quemados que hay en el aire. La concentración es mínima, pero dentro del compresor aumenta y se condensa al enfriarse, al igual que ocurre con el agua.

Agua en varios estados

El aire contiene vapor de agua, cuya cantidad depende de la presión y la temperatura. Una presión alta disminuye la cantidad, mientras una temperatura elevada hace lo contrario.

Cuando el compresor absorbe aire y lo comprime, este se calienta, lo que significa que se retiene vapor de agua. Se enfría con el fin de que esto no ocurra, pero entonces parte del vapor se condensa.

Hablamos de un problema tan serio, que el 99,9 % de la contaminación líquida en un compresor es agua.

Contaminantes químicos

Muchos entornos industriales desarrollan su trabajo empleando elementos químicos, algunos de los cuales terminan en el aire. Entonces se cuelan en el sistema de aire comprimido y generan serios problemas.

Pueden llegar a romper los equipos, provocando corrosión o incluso ser un peligro para la salud de los empleados o de los clientes si esta contaminación entra en contacto con el producto final.

Los contaminantes del aire comprimido son algo habitual. Se puede luchar contra ellos a través de filtros y sistemas de secado. Un estudio adecuado ayuda a conseguir la calidad de aire comprimido final que necesita una instalación.